lunes, 12 de marzo de 2012

Busquemos la verdad 2011


Busquemos la verdad

Rebeca Becerra

Tegucigalpa M.D.C 3 de marzo de 2011
La Revolución es la unión de todas las personas honradas
La Revolución es la unión de todas las personas honradas, la gran unión de todas las personas útiles, de todas las personas estudiosas, de todas las personas dignas, de todas las personas que producen para el pueblo; bien produzcan bienes materiales, bien sea el obrero que levanta un edificio para una fábrica, o para una escuela, o para un hospital; bien sea un músico que entretiene al pueblo, que toca en una fiesta, que divierte al pueblo, que emociona al pueblo; bien sea un maestro, o un profesor, o un médico, o un ingeniero, o un arquitecto, o un artista que realizan trabajos útiles para el pueblo.
Y la Revolución es eso: la gran congregación, la gran unión,
la gran hermandad de todas las personas útiles, honradas y dignas del pueblo.
Fidel, 28 de septiembre de 1961



No podemos vivir de falsas imágenes que traicionan nuestra capacidad de conocimiento y nuestro razonamiento. El ser humano ama y lucha por la verdad porque somos una de esas realidades. Es cierto que somos libres de teorizar, libres de conjeturar, pero también es verdad que es un crimen utilizar teorías, conjeturas y creencias, como medios verdaderos para vivir de la miseria y la ignorancia de nuestros semejantes.

Dos hombres han plasmado la verdad en unas cuantas palabras “Amaos los unos a los otros”, “si tienes dos túnicas dadle una a tu hermano” dijo Jesús; Abraham Lincoln expresó “El gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”. Verdades dichas cada una en un tiempo y espacio diferente. En ellas no existe el sectarismo, la discriminación, el interés material y el divisionismo. Conceptos de unidad de vida y de fe como éstos fortalecen nuestro espíritu para vivir. Son palabras que se convierten en cuerpos llenos de esperanza, valores morales y propósito prioritario del ser humano del presente y del futuro. Somos ciudadanos del mundo e hijos de una libertad natural organizada por afinidades –también–  natural; esto significa una batalla que librar, un reto que afrontar, antes que sea demasiado tarde y los falsificadores de la verdad histórica, se decidan por su estupidez a retarnos a un duelo a la destrucción de la vida en el planeta, amenaza que ya cierne en nuestras puertas. Una nueva forma de resistencia ha nacido y una nueva estrategia humana fortalece al nuevo propósito de la humanidad. La lucha es hoy la lucha por la igualdad de beneficios, igualdad en el poder, igualdad de géneros e igualdad económica. La misión del ser humano entonces es conocer inevitablemente la verdad.

La lucha se da entre grandes sectores sociales por un lado los que sostienen la verdad como verdad, y otros, sectores que sostienen la mentira como mentira. Pero la verdad es real, científica y objetiva: es la esencia de la armonía y el equilibrio del universo. La práctica de la verdad para el ser humano es el lenguaje que le permite reengendrarse con la naturaleza para sobrevivir en su medio ambiente. Sólo la mentira alimenta la mentira. La mentira no resiste análisis, comprobación, porque ella no es objetiva, si no irreal; de ella sólo conocemos sus efectos criminales e indignos; la voracidad y la tiranía. La verdad es inocultable, indestructible, infinita y comprobable; vive en permanente proceso, es el fenómeno conocido, la investigación comparada; es el aire que respiramos, la luz que nos brinda calor, el agua que mitiga nuestra sed, la tierra que nos alimenta. Entonces todo lo que no es verdad es antagónico y discordante.

Como seres humanos nos es imposible renunciar a la verdad quizás a unos/as más que otros/as porque la verdad edifica, construye, mueve al mundo justificando su existencia, lo transforma, mueve la vida justificando su evolución; es una puerta de entrada a lo conocido y por qué no a lo desconocido. El ser humano como parte de la verdad, es forma y contenido, química, biología, materia en movimiento, materia pensante, relación psíquica, evolución, energía; pero siendo la única materia pensante capaz de transformar y transformarse  ¿seguirá siendo un cándido párvulo de un eterno predicamento? Avanzamos, seguro que lo hacemos, me pregunto si cabalgando sobre la verdad, aunque todo lo conocido sólo siga siendo premisa en el tiempo y en el espacio.

El ser humano se ha aterrorizado a sí mismo a través de la historia sometiendo siempre a otros/as con motivaciones falsas, mentirosas, demagógicas, egoístas; con estas armas de increíble efectividad inhumana ha consolidado en el campo social fines determinados, planes concretos en el campo económico, ventajosos y útiles para los adoradores de la mentira con gran algarada y fantasmales multitudes humanas amorfas.

Pero tenemos una ventaja, la mentira es transitoria, histórica y coyuntural; es conceptual y consuetudinaria; se alimenta de la ignorancia y el oportunismo, del salvajismo y la indiferencia; como una actitud personalista ajena al realismo universal. Pero ojo, ésta deforma al ser humano, lo aparta de su medio y de sus fundamentales objetivos, arrastrándolo a un mundo metafísico de somnolientas esperanzas jamás irrealizables, jamás alcanzables y jamás conocibles.

Ha perdurado tanto la mentira a lo largo de la historia que esta ha progresado a niveles creíbles y aceptables, esto en la propia educación del ser humano. Esta falsa realidad corresponde a determinados intereses de un grupo social, en detrimento de las libertades de otro grupo subordinado, sometido a un espejismo subjetivo que jamás nos dará la experiencia necesaria para revelarnos y todos aquellas expresiones, tal vez más agradables y entendibles como: correr la cortina, quitar la máscara, correr el velo, dejar ver, vaciar el costal o dar un cuarto al pregonero   y superarnos contra nuestro histórico enemigo y contra un sistema corrupto, que evidentemente nos corrompe/deforma. ¿Qué futuro construye la mentira?, ¿cuáles son sus realidades?, ¿dónde está su obra? La mentira como mentira es incapaz de hacer la cabeza de un alfiler; mora en el cerebro de aquellos/as donde sólo tiene cabida para anidar las serpientes con el fin de alimentar su infernal espíritu. Claro está que esto es lo que más conviene a sus intereses, les brinda la comodidad de los bienes creados que lo aparta del verdadero ser humano que lucha, el ser humano que se rompe el pecho, abrazándose tenazmente a la naturaleza que lo mantiene con vida.

Es necesario entonces encontrar en nuestras contradicciones formas de resistencia, formas de supervivencia y formas de desarrollo.  Debemos convertirnos en una fuerza unificada porque en estos años y los próximos la lucha no tendrá fronteras ni dimensiones en el ruedo mundial, ya lo estamos viviendo.

Sólo a través de la toma del poder se libera a un pueblo”
Nelson Mandela

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